
Hacía mucho tiempo que no releía este libro y durante el verano me di con un verdadero fierro cuando reviví la experiencia de encontrarme con Augusto, su personaje. La duda, la incertidumbre, no tener claro absolutamente nada o todo.
Unamuno grafica en esta obra la duda existencial que a todos en mayor o menor grado en algún momento de nuestras vidas nos ha invadido de lleno. Jugar con el azar, cuestionarnos el qué es lo correcto ... ¿existe realmene el amor??? ...
Las divagaciones del protagonista nos hacen caer por momentos en estados de total apatía y a ratos también en desahogos de pasión descontrolada, transitando por nubes de evación e idilio.
Al final lo mejor de todo ... la tonta y vana idea de creerse ser real, ser único .... Estamos no frente a una Novela sino que de cara a un nuevo estilo de obra literaria, algo pretencioso, dejado como legado don MIguel de Unamuno.
...hasta el perro, daba señas de mayor cordura ... Lo único claro es que la niebla nos invade por todas partes y nos lleva a la confusión total ... incluso aquella que compromete nuestra propia existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario